¡Hola familias!
En primer lugar daros la enhorabuena a todos los creadores de la Asociación ARAPREM por este magnífico proyecto; juntos el camino se hace mejor 😉 Vuestras aportaciones son muy valiosas no solo para las familias de nuestros pequeños supervivientes sino para todas aquellas personas que buscan más información, alguna respuesta a determinadas incógnitas o simplemente otro punto de vista que ayude a comprender mejor a estos granujas impacientes por venir al mundo.
En esta entrada quiero explicaros en qué consiste mi trabajo y qué es lo que me aporta a nivel personal. Soy Fisioterapeuta y trabajo en un Centro de Atención Temprana dentro de un equipo interdisciplinar.
Antes de comenzar quiero hacer unos apuntes sobre la definición de Atención Temprana. El libro blanco la define así:
“Se entiende por Atención Temprana el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen como objetivo atender lo más rápidamente posible las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdiciplinar.”
He subrayado la frase “con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos” porque ha de quedar claro que no sólo son atendidos aquellos niños y niñas a los que se les ha detectado alguna deficiencia sino también aquellos que por sus antecedentes personales, como son vuestros peques prematuros, podrían presentar alguna dificultad a lo largo de su desarrollo. Dicho lo cual, me gustaría titular esta entrada “JUNTOS EN EL CAMINO”
JUNTOS EN EL CAMINO
Un día cualquiera llego al trabajo y recibo la notificación de que un hueco en mi agenda va a ser ocupado por un pequeño superviviente. ¡Qué ganas de conocerlo/a! Mientras espero que llegue el día, me informo acerca de como ha ido hasta el momento su desarrollo y evolución.
Espero impaciente y por fin llega el día, nuestro primer día de terapia. Aunque esté la sala de espera llena es inconfundible, se puede distinguir a los papás con el bebito en brazos o en el carro esperando a ser atendidos. Se palpan sus emociones: incertidumbre, ilusión, esperanza y también las mías: incertidumbre, ilusión, esperanza. En este momento ya nos vamos conociendo sin ni siquiera haber hablado. “Cualquier día puede dejar de ser un día cualquiera”
Hechas las presentaciones, subimos a la salita donde se realizarán las sesiones. Aprovechamos para charlar entre los papás y yo mientras que él o ella van conociendo este nuevo lugar. Es momento de exponer inquietudes, expectativas, hablar de los puntos fuertes y los no tanto. En resumen, vamos creando los cimientos de nuestra aventura. -“¿Yo también puedo opinar, no? Tengo mis intereses, no los tuyos y es a través de ellos que quiero aprender”- ¡Vaya, pero si ha hablado la joya de la corona! ¡Trato hecho! “El juego es un asunto muy serio”
Poco a poco vamos entrando en acción, nos vamos conociendo y madurando juntos a través de experiencias únicas. ¿Qué técnicas empleamos en las sesiones? Tomar nota de las más importantes: El juego, el cariño y la paciencia. Sin estas tres cosas, todos lo tendremos difícil.
Vuestros niños son luchadores natos, supervivientes que merecen los mejores cuidados. Y vosotros, papás y mamás, valientes vencedores de miedos y dignos de tanta admiración. Gracias por compartir vuestras historias. Para mí es un regalo verlos crecer cada uno a su ritmo y a su manera.
“No hace falta ser grande para empezar pero sí empezar para ser grande”
¡¡Muchas gracias por invitarme a participar!! ;-):
Zara