La estancia en la UCI Neonatal es un periodo tremendamente duro al que se enfrentan los padres de un niño prematuro. El lugar tiene poco que ver con esa bonita habitación que todos los futuros padres preparamos con ilusión mientras esperamos el nacimiento del pequeño.
El bebé que llega prematuramente ni siquiera es físicamente como el bebé que pensábamos abrazar nada más nacer. También la ropita que teníamos preparada – si es que nos dio tiempo a preparar algo- va a tener que esperar unos meses en el armario antes de que nuestro bebé llegue a casa.
Y en medio de ese ambiente tan extraño, tan duro, de olor y sonidos inolvidables, de sensaciones y sentimientos que son una montaña rusa… a veces surge un pequeño detalle de una persona que apenas conoces, y que cambia el color de ese día por completo. A veces incluso cambia tu visión sobre tu propio bebé, ayudándote a verle así, como tu hijo, como tu bebé esperado, un poquito más cerca de ese momento tan anhelado en el que llegue a casa, y podamos verlo en su habitación, entre sus muñecos, con su ropita…e incluso con un lazo en el pelo, como vestido para un día especial.
Gracias a todos los profesionales, que más allá de vuestra profesionalidad, demostráis ser grandes personas capaces de transformar vendas en preciosos lacitos portadores de ilusión.
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